el descanso de la prostituta...
Hace unos días, andábamos pau y yo buscando un bareto dónde tomar una cerveza...el scum, la sala zero, la vaquería... todos cerrados... cerca de su casa, cuando ya nos dábamos por vencidas encontramos un antro... después de tres cervezas me percaté que era un antro de descanso de un prostíbulo que estaba cerca... de hecho, mandamos al dueño del bar y del prostíbulo a por tabaco a este último...poco a poco me evadí de la conversación y me dediqué a observar...había dos supuestos jefes...el más joven pecaba de eso...juventud divino tesoro... impaciente, ególatra, continuamente demostrando quién era... el mayor, al que mandé a por tabaco, era de otra calaña... sabe más el perro por viejo que por perro... con el joven no me hubiera ni tomado una copa con el mayor no me hubiera importado... en grandas decidí aceptar que la prostitución era un trabajo como otro cualquiera... hombres respetables y respetados acudían de cuando en vez a los prostíbulos de vegadeo... entre ellos el padre de una amiga, al que yo respeto por su trayectoria, por sus ideas... pero algo me fallaba en el respeto como persona: no podía aceptar que mientras tuviera a su mujer machacada él se dedicara a buscar el placer en casa ajena... así que para intentar no perderle el respeto decidí aceptar que era el oficio más antiguo del mundo y que no existía una utilización del cuerpo femenino... simplemente era un intercambio remunerado... por eso cuando el otro día me percaté en dónde habíamos entrado, simplemente lo acepté. Pero lo que ya mi estómago no pudo tragar fue la prepotencia del joven que se piensa que es el dueño de los cuerpos que para ellos trabajan...y cuando el alcohol empezaba a sacar mi vena revolucionaria, decidí marcharme... llegó un momento en que lo que me hubiera privado era soltarle un mitin sobre la no posesión...
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