Tercer día de los previos
Por una doble grapa hice una muesca en la cuchilla de la guillotina. La grapa no tenía que estar donde estaba... pillo talonario, capiculo por registro, primera grapa por registro, segunda grapa, martillazo en las grapas (no había más pequeñas)... se me escapó una doble grapa... por lo tanto tb. un martillazo... estaría en las musarañas (sí, ana, lo sé... fijarse más... más concentración y menos dispersión).
Por la tarde nos dedicamos a las tarjetas para la afición de mi compañero: los canarios. "Quiero algo así", me dijo un día mientras me enseñaba la tarjeta de un cridador italiano: imagen canario (naranjas, amarillos, blancos...) a la izquierda; textos a la derecha (negro, blanco y rojo); fondo difuminado de negro a naranja. Sabía que es de ideas fijas, así que la única sugerencia que le propuese fue que para la imagen del canario, podíamos utilizar una imagen de los suyos.... le gustó la sugerencia, y empezamos a trabajar con dos fotografías de sus verde amarillo mosaico. Quita, pone, selecciona, cala, borra, pinta... y a jugar!! Mi compañero ha quedado encantado: al cliente le gusta sentir que forma parte del proceso de creación, que participa con sugerencias, con esto me gusta o no me gusta, con un "quiero más amarillo"...
He aprendido que es bueno mirar desde fuera: mientras yo decía que a las patas del canario le sobraba algo al cliente le encantaba aquel efecto pq. parecía la anilla que él pone a sus canarios. "Ahora y aquí miro desde fuera para dejar de ser tan crítica"
Cuarto día de los previos
Nos aburrimos. Entran unas tarjetas, una reimpresión pero con modificación. Me lo tomo con calma y aprovecho para un "repaso. Hago los cambios, los paso para aprobación, me dan el visto bueno, se imprime en el poliéster, y para montaje. El trabajo vuelve a cambiar de manos. Se monta sobre el estralón, se coloca en la plancha, se insola y revela, se coloca en la máquina y comienza la impresión. A mi compañero le gusta tener tranquilidad y privacidad en los momentos iniciales de la tirada, mientras va realizando los ajustes del tintero. La tirada es corta (130= 30 de alzada; montaje de cuatro para 400 tarjetas) pero no vuelvo a pasar por allí hasta el momento guillotina. Pillo una para ver cómo ha quedado. Hostia!, esto está mal. Entre mi compa miramos dónde está el fallo. Lo primero que hago es mirar el poliéster, sé que no falta ninguna tinta, sé que lo comprobé y estaba todo lo que tenía que estar. Miro el montaje y descubro el error, pero digo que "no entiendo nada". Mi compañero se esfuerza en mirar el montaje y lo capta (yo creo que enseguida, pero se hace un poquitín el longuis ;). Al final se decide y se lo cuenta a la jefa. Nos pone cara de culo... conmigo lleva toda la semana dolida, pero el maquinista no tendría que estar en "nuestra película". Le contamos lo que hemos pensado para aprovechar la tirada, y que habría que pedir papel para imprimir las anónimas pq. no hay. Sólo lo venden por resmas, y nosotros necesitamos 3 hojas. LLegado a este momento nos dispersamos: el maquinista al taller, yo a mirar la pantalla del ordenador, y la jefa con la misma cara hasta que se marcha. Pequeño momento de revolución. Mi compañero me cuenta que alguna vez ha borrado la tinta, que quizás... le pregunto con qué lo hace, me cuenta que con una goma de borrar... primero alucino un poco pero al comprobarlo y ver que funciona me emociono... los trucos de cocina del abuelo!!.
©imagen (buscando guillotinas me encontré con esta imagen, me gustó y la he pedido prestada)
1 comentario
humilde -
....en serio, la imagen divertida.... se te va ha echar en falta cuando se nos acaben los previos.... ;)