un trazado, un filtro y una línea en el horizonte...
hoy ha sido un viernes redondo.... generalmente los viernes, para mí, tienen su toque de cal y arena. Acudir a clase, sabiendo de antemano que tienes 3 horas con un profesor que es un "personaje yo-yo", que es capaz de utilizar dos horas clase y no decir nada, que esta perdido en todo y no se entera de nada, es un pequeño acto masoca que me lleva a buscar alguna excusa para no ir. Normalmente no la encuentro. Sin embargo, los viernes, tienen la ventaja de no trabajar por las tardes... tiempo para mí... hum.. que placer.
hoy es viernes, no he trabajado por la tarde, he podido comer relajada, descansar y garabatear un poquitín... además hoy ha vuelto a ser un día nada productivo en clase de este personaje pero me lo he pasado muy bien con mis compañeros. Reconozco que ha sido una regresión a la infancia (y no es precisamente lo que mejor me va para la terapia de crecimiento) pero ha estado genial y ha sido un ejercicio de risa, tras risa, llegando a la carcajada y a las lágrimas de alegría... me preguntaron si nunca había sido la mala de la clase... uy... qué dice usted, yo la mala de la clase... no pasé de traviesa... (en esta ocasión tampoco... pero me he reído un montón).
A veces, es necesario romper ese saber estar y relajarse un poco... normalmente parezco la madre de todo el grupo: no dejes eso ahí, o te dejas esto allí; venga, ánimo, no te desesperes, podemos hacer este proyecto, intentémoslo, qué tenemos que perder... y así conseguimos llegar a un acuerdo para hacer un trabajo de síntesis en grupo, en el que cada uno tiene una tarea definida, se unifican criterios y se aportan opiniones; también conseguimos crear un sentimiento de unión a la hora de trabajar por un objetivo... nos vamos a presentar al FESPA, un concurso de serigrafía a nivel internacional. Nos acojona pero nos presta... una nueva aventura en el horizonte.
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