Hemos añadido dos palabras nuevas: autónoma e independiente. Dos en una. Y también una expresión: "eterna estudiante", aunque creo que lo que quería decir desde el principio es que le gustaría que fuera "autónoma económica" y que deje este "complejo de peter pan", que adquiera "responsabilidades habituales" y que todos estos factores que forman mi "colchón vital" los guarde en la caja de los sueños, junto con el disfraz de campanilla.

Siempre acabo pensando que el dichoso proyecto de futuro es más importante para ella que para mí.

3 comentarios

[borja - 06 de noviembre de 2006 - 11:45]

Mmmm...interesante...marta tengo un punto de vista propio...a las dos te lo comento..

[marta - 05 de noviembre de 2006 - 20:56]

las madres nunca dejarán de preocuparse por sus hijas y las hijas nunca llegarán a ser lo que sus madres necesitan... supongo que por eso es necesario inventar otro lenguaje.

[Anónimo - 04 de noviembre de 2006 - 21:25]

Y cúando dejaran algunas madres de preocuparse por las hijas?. Les cuesta desprenderse del cordón umbilical, y aunque una parte de ellas deseen liberarse otra lo agarra fuerte porque en realidad son por ellas por quien se preocupan, son a ellas mismas a quien juzgan, siempre temorosas de no haber sabido cumplir bien su papel.