En estos cuatro días de fiesta mayor, he descubierto nuevas cosas sobre mi persona, he afianzado algunas que me imaginaba...
Viernes... tenía tantas ganas de fiesta, que yo misma me la monté, me la serví, y me la tragué.... como en la peli Madagascar: queremos marcha, marcha, queremos marcha!!!. Llegué a la Secu, me presentaron a las madres de las niñas (tú eres la gallega, sí, yo la madre de tal, o la madre de cual.... en algún momento pensé que se presentaban tipo ten cuidado con lo que le haces a mi niña...y yo respondería... señora, su niña lo hace todo sin mi ayuda). También aparecieron mi primo y sus amigos... lo mejor de la noche. El resultado de mis ganas de fiesta fue una gran resaca el sábado por la mañana. Primera conclusión: ya no aguanto "litros de alcohol corren por mis venas".
Sábado... vamos a comer a casa del padre de mi amiga...imaginaros: pueblo pequeño (infierno grande), los padres de mi amiga viven separados y de nuevo arrejuntados, en el mismo pueblo, y separados por una casa que hace de "te siento pero no te veo". Una vez salvado el corte inicial, me relajo y disfruto de la conversación de los de 50 (la situación de Cuba, los incendios en Galicia, el estatut... Salimos de esa casa y nos metemos en la de mi amiga que ha quedado con las otras para hacer un play-back el último día de la fiesta (la canción será "Mami que será lo que tiene el negro"... consigo quedarme callada y no decir nada). Las niñas ensayan, los niños miran. Cenamos en familia (mi amiga, su hermano y su madre se pasan el día discutiendo, gritos y más gritos...), después de la cena, nos arreglamos y bajamos al garaje donde mi amiga y su hermano han montado unos "espacios" distintos y separados, preparamos un combinado con sandía, ponche y chupito de melocotón...la primera nos sale bien, la segunda lleva demasiado alcohol. Comienza a llegar el personal, las conversaciones se cruzan en catalán, creo que lo entendía pero dejó de interesarme... las dos de la mañana, decido desaparecer y me voy a la cama... simplemente no me interesa nada de lo que hay. Me quedo con Dulce Chacón y su "Voz dormida" (trata de las vivencias de un grupo de mujeres encarceladas en madrid durante la época franquista), y así, entre literatura y ruidos de fondo, me voy quedando dormida.
Domingo... amanezco a las once... el sueño es una buena terapia... y la literatura más, así que vuelvo con Dulce y sus amigas presas, hasta las dos del mediodía, que aparece mi amiga en la habitación para decirme que tenemos que volver a comer con la familia de su padre. Yo encantada. Esta vez la conversación se nos escapa entre cine clásico y viajes a marruecos. La compañera del padre de mi amiga tiene unos hijos encantadores: ella es profesora en barcelona y él hace de todo un poco y vive en una casa okupa, tb. en barcelona. Se acaba la parte interesante del día. Volvemos al play-back y a las chorradas. Esta vez cenamos en casa de una de las amigas de mis amigas. Allí conozco a otra de las niñas... y con esta me rayo desde el principio...se queja de que sus padres han decidido hacer obras en casa, y que su habitación, que era la más grande se ha quedado reducida pq. han hecho un baño más en la casa, pq. su abuela se va a vivir con ellos. A eso ella le parece fatal... su habitación, por dios... a todo esto me entero de que ella no vive en esa casa, sino en Barcelona, piso de estudiantes, pagado por su padres, pero eso a la niña le da igual. Me dedico a observarla, y veo que en ocasiones se ríe sin ganas. Hablan de vivir solas y de cuando lo consigan NUNCA MÁIS volverán a la casa de sus padres (ninguna trabaja, el dinero que se van a beber esa noche se lo han dando sus padres, y lo mismo ocurre con los modelitos que llevan y los zapatos que calzan... pero ellas quieren ser libres de papá y mamá. Bajamos a la fiesta donde actúa la famosa orquesta Girasol, todo un año de tabarra con la dichosa orquesta, así que por lo menos ir a ver de que va. La Girasol no está mal, pero tampoco es una gran maravilla. La gente comienza a dispersarse, y de repente me veo caminando deprisa pq. no sé que historia de unos chicos... le digo a mi amiga que siga ella el camino que yo paso (sinceramente, me veo ya mayor para ir detrás de unos veinteañeros), me voy a la cama, retomo a Dulce y su voz, y así hasta el día siguiente. Conclusión: madre, siento haber sido una adolescente imposible.
Lunes... me despierto pronto, tengo que ir a trabajar. El último día ha sucedido un contratiempo que intentamos resolver. Como con mi familia, ya estoy saturada de familia ajena, y decido no volver a la dichosa fiesta mayor. Me llaman pero no contesto. Tengo otros planes.
Martes... llego por la tarde a ver la actuación de las niñas, no está mal y lo importante es que ellas se lo están pasando muy bien. Comienza la lluvia, y ante la perspectiva de encerrarme en el espacio reducido,makinero del hermano de mi amiga, me voy a mi casa... antes paso por la playa, llueve, pero el fly me sabe a gloria... por fin un momento de silencio conocido. Conclusión: estas dosis de juventud tengo que tomarlas en pequeñas cantidades.
Sis, me preguntas que cómo llevo las sensaciones que recorren mi cabeza. Conclusión: creo que es peor sentirse sola con personas queridas que con desconocidas.
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